La piometra se le conoce a la acumulación de pus en la matriz (útero), es una infección grave que se produce más en perras que en gatas cuando han alcanzado su madurez sexual.
¿Cuáles son las causas que dan paso a que se produzca una piometra?
Aunque la enfermedad se conoce desde hace décadas, todavía no se entiende por completo el verdadero proceso de la enfermedad. En general, se reconoce que la progesterona y el estrógeno y sus receptores desempeñan un papel en el desarrollo de la piometra; sin embargo, la infección se activa por un componente bacteriano.
Las influencias hormonales cíclicas de las perras y las gatas permiten que el útero presente cambios que serán aceptables para la fertilización de un embrión. Si se introducen bacterias en el útero en un determinado momento durante el ciclo, la regulación hormonal del útero permite que comience la infección y se vuelve potencialmente mortal. Las bacterias obtenidas habitualmente en un cultivo de tejido del útero son bacterias que se encontrarían en áreas de los intestinos y la vagina (la Escherichia coli es la más frecuente). Por tanto, muchas infecciones se consideran una infección ascendente procedente de la vagina, una infección urinaria simultánea o una contaminación fecal.

La mayor parte de las perras y gatas esterilizadas en una etapa temprana de la vida no desarrollarán piometra. Sin embargo, se puede producir una piometra de un muñón uterino después de una ovario histerectomía incompleta que permite que se infecte un segmento del cuerpo uterino o cuerno. Habitualmente, o bien hay una parte de tejido ovárico todavía presente o el animal ha estado sometido a hormonas progestacionales, lo que permite que se desarrolle esta situación.
¿Cuáles son los tipos de piometra?
Se diferencian dos tipos de piometras, dependiendo del estado del cuello del útero y determinando así su gravedad y urgencia.
Piometra abierta
El cuello del útero permanece abierto. Habrá descarga de material sanguinolento o mucopurulento. Es la forma más frecuente y menos grave. Se debe acudir al veterinario lo antes posible.
Piometra cerrada
El cuello del útero ya se ha cerrado por lo que no se evidencia ninguna secreción vaginal. Es más difícil su diagnostico y más grave y comprometida la situación del paciente. Requiere el ingreso inmediato, estabilización y cirugía.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes de la piometra?
Como la infección puede ser muy grave, los signos que puede mostrar la mascota no se limitan al aparato genital. La mascota puede verse tan abrumada por la inflamación asociada con la infección, que el proceso inflamatorio no controlado puede resultar potencialmente mortal.
Los signos clínicos más habituales en perras y gatas son:

letargo
depresión
anorexia
excesivo consumo de agua
micción excesiva
membranas mucosas pálidas
secreción vaginal sanguinolenta
Se han informado con menos frecuencia vómitos, diarrea, pérdida de peso, distensión abdominal y ojos inflamados. Algunas mascotas posiblemente no tengan ningún signo clínico además de la secreción vaginal purulenta. La piometra debe considerarse en cualquier perra intacta que se muestre enferma.
Muchas perras y gatas tendrán un cuello uterino cerrado y, por tanto, posiblemente no esté presente el signo evidente de secreción vaginal sanguinolenta.
En casos en que la infección de la matriz se produzca posteriormente a un parto, también se puede dar:
Despreocupación por los cachorros.
Disminución de la lactancia.
Tratamiento
La piometra es una emergencia médica que requiere una rápida intervención para evitar una infección fulminante y la muerte. En la mayor parte de las mascotas, se realizan ante todo una estabilización y una reanimación preoperatorias. Después de una estabilización adecuada, la ovario histerectomía (esterilización) es el tratamiento de elección. La ovario histerectomía también evita el riesgo de cáncer de ovarios y útero y futuros embarazos no deseados.
¿Cómo se puede prevenir?

La prevención de esta enfermedad consiste en la esterilización de aquellas hembras que no vayan a ser reproductoras. Además, es recomendable no hacer uso de tratamientos hormonales anticonceptivos o de inhibición del celo. Es también útil llevar un calendario de fechas de celos de nuestra perra. Esto nos permite determinar si un sangrado vaginal está ocurriendo en las fechas previstas y podemos esperar que se trate de un celo normal o si debemos sospechar de una piómetra. Es recomendable realizar controles ecográficos periódicos, ya que permiten detectar la hiperplasia endometrial quística previa a la piómetra y por lo tanto la susceptibilidad de padecer esta grave enfermedad.